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Limitada o Preservada

Todo comenzó un domingo como casi todas mis historias. Habíamos acabado un servicio Glorioso, ya tenía 5 meses de embarazo. Las nauseas y la incapacidad de lavarme la boca con pasta normal había pasado. Me encontraba haciendo unas gestiones como de costumbre cuando de repente alguien me llamó. Salgo corriendo para ver que necesitaban cuando ya al fin estoy llegando resbalo y me caigo de lado encima de la cadera derecha. Por un segundo o mejor decir varios minutos me sentía bien nerviosa. Sabía que bebe aún estaba delicado y les seré sincera me pasaron tantos pensamientos por la cabeza. Todo el mundo quería que yo me fuera a sala de emergencia para asegurarme que todo estuviera bien. Decidí esperar al próximo día.

Lo que aún no les he dicho es que ya estaba notando un flujo bien anormal. (Too Much information), si lo sé, pero no te vayas Dios te bendecirá. Siendo mi primera barriga había muchas cosas que eran nuevas para mí. Así que lo vi como algo normal dentro del proceso de embarazo. Llego a la oficina de mi doctor, le explico lo que me había sucedido, la caída y como me sentía un poco nerviosa porque caí bastante fuerte al suelo. Él procede hacer lo que todos hacen “Sra. Cruz vaya y remueva su ropa y póngase una bata azul. Cuando esté lista vuelva a la habitación”. Así que paso a paso seguí cada instrucción y me acosté a esperarlo. Creo que no les mencione que allí estaba mi amado conmigo. Cuando el Dr. procede en verificarme se da cuenta del flujo anormal que tenía y me lo menciona. ¡Oh! Si, se me olvido mencionárselo Dr. tengo un flujo un poco raro. ¡Hay Crystal! Quiero decirte que estas un centímetro de dilatada. Mi cerebro buscando el archivo con toda la información que había leído sobre el proceso de embarazo. Pero NO, no sabía qué quería decir eso con tan solo 5 meses. “Mamá, si no sellamos tu cuello del útero puedes irte de parto antes de tiempo y eso no lo queremos”. Aun un poco confundida escucho la Palabra OPERAR y estoy pensando. ¿Entonces tendré que volver para ser operada? Así mismo como lo pensé lo dije. “¡No, Mama!” Tenemos que hacerlo ahora.” WHAT??? REALLY??? WHY???”

Vamos al Hospital y gestionamos toda la papelería. No leí nada, solo firmaba, firmaba y firmaba. Entro a sala de operaciones y allí me colocan una inyección en la espina dorsal para anestesiarme de la cintura hacia abajo. Fue rápido, y en fin no dolió nada. El Dr. me deja saber que debo quedarme una noche bajo observación, pero que al próximo dio podría irme. Descanse y todo fluyo normal. Antes de ser dada de alta él me menciona el no poder volver a trabajar, ya que bebe estaba grande y que un Cerclage ayudaría a mantener el cuello del útero cerrado, pero nada controla el que mi útero siguiera dilatando al bebe crecer. Aquí vamos, me sentí completamente –LIMITADA–. ¿Quiere decir que no podré hacer lo que acostumbraba hacer diariamente? YUP!!! Al momento no sabes cómo manejar el ser limitado por un tiempo para cuidar de aquello que estaba en mi vientre. Odiaba el hecho de ir al supermercado con un carrito de motor. Todos me miraban y más frustrante era para mí. Soy de las chicas que monta mesas, carga pinturas y limpio mi propio carro. ¡Dejen de mirarme! ¿Nunca han visto a una embarazada limitada? Es lo que a diario refutaba en mi mente. 

Déjame definirte LIMITAR; — Poner limites a algo —. Entendí después de varias semanas que Dios nunca me estaba limitando. Porque tendría que limitarnos, si Jesús era experto en romper los límites.

Una palabra invadió mi corazón –Preservar–. Proteger a alguien o algo, intentando conservar su estado de un daño o peligro. WOW, en cuantas ocasiones hemos señalado a Dios como uno que limita, pero no tomamos en cuenta que solo está preservándonos. Guardándonos de esa mala decisión, relación o mal pensamiento. Él nos toma y nos ubica en un lugar donde no entendemos el porqué y como llegamos ahí, pero solo nos resta confiar y esperar el momento en el cual Él nos indique “ahora sí”. El mayor ejemplo era mi bebe. Mi bebe no tenía control de su crecimiento ni como reaccionaria mi cuello uterino. Entonces cuando tú no sabes como controlar tu entorno Dios entra en la escena para preservar. Cuidarte de algún peligro o daño. Solo para que seas testigo de la manifestación de aquello que estaba a punto de salir a la luz. Puedo remontarme a la historia de José. Dentro de una cisterna, de seguro preguntándose que hice mal. Su entorno podía parecer una limitación, pero Dios solo está preservando el sueño que cargaba. Dejemos de cuestionar el porqué y para qué de Dios. Comencemos a dar gracias por el amor tan grande de nuestro Dios capaz de detener nuestro plan solo para preservarnos. Poco tiempo después quede embarazada nuevamente, pero esta vez aunque tenía un cerclage ya no era necesario mantenerme acostada. Esta vez el cerclage se ubicó antes bebe crecer así asegurando mi segundo embarazo. 

One Response

  1. Maravillosa comparación. Es cierto nunca lo había visto de esa manera. Dios nos preserva no nos limita. ❤️🙏

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